Sigilosa
al borde del abismo
camino
al filo de las noches frías
contando
las historias de mis versos
a la
brisa que golpea mi piel
Mis
pies se desangran a mi paso
dejando
huellas para no perderme
le confieso
al viento mis secretos
y me visto con la niebla del misterio
En la
soledad de mi desierto
se escapan
los sueños de mi mente
danzo
en la penumbra de mi rima
que me
lleva a vivir tan lentamente
En
instantes vislumbro mi futuro
dejando
atrás aquello que es infértil
mi cuerpo
se desliza hasta tu cuerpo
metiéndome
en los poros de tu piel
Y en la calma de la noche tibia
bebiéndome el elixir de tus besos
con un vino que aturde mis sentidos
el tiempo se detiene en el silencio
Y al despertar mi cuerpo se estremece...
Y al despertar mi cuerpo se estremece...
entre un
verso, un poema y un encuentro